Estados Unidos ha incrementado las recompensas a 25 millones de dólares por información que lleve al arresto de Nicolás Maduro y Diosdado Cabello, en un esfuerzo por debilitar al chavismo. Las medidas buscan combatir el narcotráfico y violaciones de derechos humanos, en medio de una severa crisis en Venezuela.[Collection]
Estados Unidos incrementa recompensas por Nicolás Maduro y Diosdado Cabello
Washington intensifica la presión sobre el gobierno venezolano
A pocas semanas del inicio de la nueva administración en Estados Unidos, encabezada por Donald Trump, se siente un endurecimiento en la política exterior hacia Venezuela. El Departamento de Estado ofreció recompensas que, en conjunto, ascienden a 25 millones de dólares por información que conduzca al arresto de Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, y Diosdado Cabello, líder del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y figura clave del oficialismo.
Un movimiento calculado para debilitar al chavismo
Según declaraciones oficiales, estos fondos forman parte de los esfuerzos por combatir actividades ilícitas que el gobierno estadounidense atribuye a la élite política venezolana. Washington acusa a Maduro y Cabello de liderar una estructura que involucra narcotráfico, lavado de dinero y violaciones a los derechos humanos. Nicolás Maduro ya enfrentaba cargos en tribunales estadounidenses, mientras que Cabello viene siendo señalado como uno de los hombres con mayor control dentro del sistema chavista.
En concreto, el gobierno de los Estados Unidos apeló a ciudadanos y funcionarios, tanto dentro como fuera de Venezuela, para facilitar información que permita el arresto de los líderes chavistas. Este tipo de estrategia no es novedosa en la política exterior de Estados Unidos, pero se interpreta como un paso más en el endurecimiento de las sanciones y la presión ejercida sobre Caracas.
Recompensas millonarias para frenar al “Cartel de los Soles”
En el caso de Maduro, la recompensa asignada es de 15 millones de dólares, mientras que por información sobre Cabello se destinan 10 millones. Estos montos refuerzan la narrativa de Estados Unidos sobre la existencia de un presunto “Cartel de los Soles”, una red de narcotráfico en la que altos mandos militares y políticos venezolanos estarían implicados. Las autoridades estadounidenses sostienen que esta organización utiliza su poder e influencia para traficar drogas hacia Estados Unidos y Europa.
Este es solo el último de varios antecedentes marcados por tensiones entre ambos países. En el pasado, figuras políticas como Hugo Carvajal, ex director de inteligencia del gobierno venezolano, también enfrentaron cargos en Estados Unidos bajo acusaciones similares. De manera consistente, el chavismo ha rechazado las imputaciones, calificándolas como parte de una campaña de desestabilización y “guerra económica” promovida por la Casa Blanca.
El impacto político y social en Venezuela
La recompensas millonarias llegan en un contexto de deterioro social en Venezuela. La prolongada crisis económica, que incluye hiperinflación, escasez de alimentos y medicinas, y la migración masiva de ciudadanos hacia países vecinos, ha debilitado la popularidad del gobierno. Sin embargo, Maduro y su círculo han logrado mantenerse en el poder a través de una combinación de control político, apoyo militar y alianzas estratégicas con países como Rusia, China e Irán.
En respuesta a las sanciones y medidas de presión, miembros del gobierno venezolano han endurecido su retórica contra Estados Unidos. Venezuela considera las acciones como intervencionismo y las decisiones de Washington como un intento por influir en los asuntos internos del país. De igual manera, la oposición al chavismo busca aprovechar estas circunstancias para presionar por una transición política.
Fuentes cercanas al gobierno estadounidense justifican la medida
Funcionarios estadounidenses han señalado que este tipo de recompensas no solo busca recopilar información sobre actividades ilícitas, sino también incentivar deserciones dentro del círculo cercano a Maduro y Cabello. “No toleraremos que criminales usen sus posiciones de influencia para perjudicar al pueblo venezolano y al mundo”, expresó un portavoz del Departamento de Estado, quien prefirió no ser identificado.
Las relaciones diplomáticas entre ambos países llevan años deterioradas. En 2019, Washington reconoció a Juan Guaidó, líder opositor, como presidente interino de Venezuela, aumentando aún más las tensiones. Desde entonces, diversas rondas de sanciones y medidas económicas han sido implementadas con el objetivo de asfixiar las fuentes de ingreso del gobierno venezolano, incluyendo aquellas relacionadas con la producción y exportación de petróleo.
La estrategia estadounidense bajo escrutinio internacional
Ante este anuncio, la comunidad internacional se encuentra dividida. Mientras algunos países respaldan los esfuerzos estadounidenses contra el gobierno de Maduro, otros consideran que estas medidas se traducen en un recrudecimiento de la crisis venezolana y afectarán, en última instancia, al pueblo. Organizaciones como Naciones Unidas han hecho reiterados llamados a buscar soluciones pacíficas y negociadas al conflicto en Venezuela.
Analistas apuntan que la política de recompensas refuerza la percepción de que Estados Unidos adopta medidas unilaterales y prescinde de enfoques multilaterales para abordar las problemáticas de la región. No obstante, para la administración Trump, este tipo de acciones es una herramienta clave para alcanzar sus objetivos en materia de política exterior y responder a lo que considera una amenaza a la seguridad estadounidense.
En Venezuela, las reacciones frente al anuncio también reflejan la polarización política. Los partidarios del chavismo lo han calificado como una medida de “secuestro político”, mientras que sectores de la oposición lo aplauden como un acto que podría facilitar cambiar las condiciones estructurales que permiten la permanencia del régimen actual.
Fuente de información: MinutoUno.