Los glaciares argentinos, esenciales para la biodiversidad y el suministro de agua dulce, enfrentan un peligro crítico por el cambio climático. Desde 2025, el Día Mundial de los Glaciares demandará acciones globales para frenar su retroceso. Argentina, con vastas reservas, debe liderar soluciones sostenibles para preservar este recurso vital.[Collection]
Glaciares argentinos en peligro: una alerta urgente para todos
Los glaciares, una de las maravillas naturales más impactantes del planeta, enfrentan un peligro crítico en Argentina debido a los efectos innegables del cambio climático. Este 2025 marca un año histórico, ya que comenzará a implementarse la resolución adoptada por Naciones Unidas en 2022: el “Año Internacional de la Preservación de Glaciares”. Este compromiso global tiene como objetivo generar conciencia sobre la importante función de los glaciares en el ecosistema y promover su conservación, especialmente en países como Argentina, que posee una de las mayores reservas de agua dulce del mundo gracias a sus glaciares.
Una crisis silenciosa: el retroceso de los glaciares argentinos
En el Parque Nacional Los Glaciares, ubicado en la provincia de Santa Cruz, los glaciares más emblemáticos como el Upsala y el Perito Moreno son testigos de un fenómeno alarmante. Según datos recopilados por Greenpeace, el glaciar Upsala ha experimentado un retroceso significativo de más de 13 kilómetros en las últimas décadas. Este fenómeno no solo afecta a la biodiversidad, sino también a las comunidades locales que dependen de los glaciares para sus reservas hídricas.
Martín Katz, fotógrafo y activista de Greenpeace, documentó estos cambios drásticos en los glaciares de la región. En una de sus intervenciones, relató: “El derretimiento de los glaciares es una alerta roja para toda la humanidad. No hay manera de fingir que esto no está ocurriendo frente a nuestros ojos”. Si bien el Perito Moreno aún mantiene su equilibrio gracias a su dinámica particular, los expertos advierten que el calentamiento global podría empezar a impactar incluso a esta icónica formación de hielo estable.
El Día Mundial de los Glaciares: un llamado a la acción
A partir del 2025, el 21 de marzo se conmemorará anualmente como el Día Mundial de los Glaciares. Este evento busca unificar esfuerzos internacionales para preservar estos ecosistemas críticos. Naciones Unidas ha enfatizado la necesidad de reducir las emisiones contaminantes y frenar el calentamiento global, principal responsable del retroceso glaciar. En este marco, Argentina tiene un rol protagónico por su vasto territorio de glaciares, que incluye más de 16 mil cuerpos de hielo en la región de la Patagonia.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, subrayó durante el lanzamiento de la iniciativa: “Los glaciares son testigos sensibles del cambio climático. Perderlos no solo sería una tragedia para los ecosistemas y las comunidades locales, sino también una catástrofe para el equilibrio climático global”. Argentina, como uno de los países que cuenta con legislaciones específicas para la protección de glaciares, enfrenta ahora el desafío de fortalecer su implementación y fiscalización para asegurar su preservación.
Impacto del cambio climático en el suministro de agua
Los glaciares no solo son un símbolo de majestuosidad natural; también son fuentes cruciales de agua dulce. Según estimaciones de instituciones científicas, los glaciares patagónicos alimentan diversos sistemas hídricos esenciales para las actividades humanas, como la agricultura, la ganadería y el abastecimiento de agua potable. Por ejemplo, la cuenca del río Santa Cruz, una de las principales de la región, depende directamente del derretimiento anual de glaciares como el Upsala y el Spegazzini.
Sin embargo, expertos advierten que el deshielo desmedido podría generar una paradoja: inundaciones a corto plazo por el desprendimiento rápido de hielo y, a largo plazo, la desaparición de este recurso clave. Alicia Ogira, investigadora del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), indicó que “el retroceso glaciar tiene un impacto directo en la seguridad hídrica del sur argentino. Si no se controla, las comunidades locales enfrentarán una grave escasez de agua en las próximas décadas”.
Acciones clave para frenar el retroceso glaciar
Ante esta situación alarmante, diversas organizaciones y especialistas han presentado un conjunto de recomendaciones para mitigar el impacto del cambio climático en los glaciares. Entre ellas se incluyen la urgente reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, la transición hacia energías renovables y el fortalecimiento de políticas públicas orientadas a la protección ambiental. Argentina cuenta con la Ley Nacional de Protección de Glaciares desde 2010, que establece un marco sólido para preservar estas formaciones. Sin embargo, su eficaz implementación aún enfrenta desafíos.
Adicionalmente, campañas de reforestación y restauración de ecosistemas también podrían jugar un rol crítico en la estabilización climática. Greenpeace, por su parte, ha demandado mayor presión internacional para que los líderes mundiales cumplan los compromisos adquiridos en los Acuerdos de París. “Argentina tiene un papel de liderazgo clave en este debate global, no solo por el tamaño de sus reservas de glaciares, sino porque estas son esenciales para el futuro de toda Sudamérica”, afirmó Katz.
En suma, la alarma sobre el estado actual de los glaciares argentinos no debe ser ignorada. Este 2025 ofrece una oportunidad única para que gobiernos, organizaciones y ciudadanos colaboren en mitigar el impacto del calentamiento global y protejan uno de los recursos naturales más valiosos del país.
Para más información, consulta la fuente original: Alejandra Paredes