El gobierno implementa un plan de contingencia para enfrentar la ola de calor extrema y evitar cortes masivos de electricidad. Con un programa de reducción voluntaria de consumo para industrias clave y recomendaciones de ahorro energético para hogares, busca aliviar la saturación del sistema eléctrico, en grave riesgo por infraestructura insuficiente y alta demanda.[Collection]
Gobierno alerta: riesgo eléctrico ante ola de calor extrema
Plan oficial para enfrentar la alta demanda energética
En respuesta a la primera ola de calor extremo del año, la Secretaría de Energía implementó un plan de contingencia que busca prevenir cortes eléctricos generalizados en el país. Entre las medidas se destaca un programa de reducción de demanda voluntaria y remunerada, específicamente dirigido a industrias con altos niveles de consumo energético.
La iniciativa intenta aliviar el estrés sobre la red eléctrica nacional, que enfrenta altas probabilidades de saturación. Fuentes oficiales han señalado que “no nos sobra nada” en términos de capacidad energética, una situación que ya se ha vuelto habitual durante los meses de mayores temperaturas.
Cómo funciona el programa de reducción voluntaria
El esquema diseñado por el gobierno propone que las grandes industrias, cuya operación depende de un consumo intensivo de energía, reduzcan su demanda durante las horas pico del día. A cambio, se les garantiza una compensación económica. Según voceros de la Secretaría de Energía, esta estrategia “no solo beneficia al sistema eléctrico, sino también a las empresas que participen activamente en el plan al recibir incentivos financieros”.
Se estima que las industrias representan un porcentaje significativo del total del consumo energético en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), por lo que su colaboración será clave para evitar colapsos del sistema. Aunque no se especificaron las cifras exactas de los incentivos, se espera que el impacto en la reducción del consumo sea considerable.
Preparativos ante la ola de calor
Las altas temperaturas, que en las últimas semanas superaron los 37 °C en diversas partes del país, llegaron acompañadas de una creciente presión sobre la red eléctrica debido al uso masivo de sistemas de refrigeración. En el AMBA, la situación es particularmente tensa, dado que concentra la mayor demanda energética del país.
En este contexto, la Secretaría de Energía advirtió que los picos en el uso de electricidad suponen un riesgo elevado de interrupciones en el servicio. Las autoridades indicaron que la combinación de una infraestructura energética envejecida y la falta de capacidad adicional disponible constituye un escenario de vulnerabilidad extrema.
Impacto en los consumidores residenciales
Mientras se busca contener el consumo industrial, el plan del gobierno también contempla medidas para promover un uso racional de la energía en los hogares. Aunque no se han tomado medidas coercitivas para los usuarios residenciales, se ha instado a la población a adoptar hábitos responsables, como limitar el uso de electrodomésticos de alto consumo y ajustar los aires acondicionados a temperaturas moderadas.
“Si logramos que todos los sectores aporten su grano de arena, podremos administrar de manera más eficiente la energía disponible y evitar cortes masivos”, manifestó un funcionario de la Secretaría de Energía, quien prefirió no ser identificado.
Preocupación por la infraestructura eléctrica
Expertos del sector han señalado que los problemas recurrentes en el sistema eléctrico argentino, aunque exacerbados durante las olas de calor, son el resultado de años de falta de inversión y mantenimiento. La creciente demanda debido al uso residencial e industrial de energía pone de manifiesto la necesidad de una modernización profunda de la infraestructura.
“Desde hace tiempo venimos alertando sobre la insuficiencia de las reservas energéticas y la urgencia de implementar políticas de largo plazo que fortalezcan el sistema”, comentó un especialista en energía consultado por LA NACIÓN. Sin embargo, las soluciones estructurales parecen estar lejos de concretarse, dejando a las medidas contingentes como la principal estrategia disponible en el corto plazo.
Un desafío recurrente
El fenómeno de las olas de calor, que se han intensificado en los últimos años debido al cambio climático, y su impacto sobre el sistema energético no es nuevo. Durante los últimos veranos, el AMBA ha sido recurrentemente escenario de cortes masivos de electricidad, afectando a cientos de miles de hogares. En este contexto, la implementación de planes como el de reducción de demanda apunta a mitigar un problema cíclico que todavía no encuentra solución definitiva.
El gobierno confía en que, con la colaboración de las industrias, se pueda minimizar la afectación a los consumidores residenciales. Sin embargo, los expertos coinciden en que el escenario de los próximos meses será “crítico” si las temperaturas se mantienen por encima de los niveles históricos.
Recomendaciones finales a la población
Para evitar un colapso del sistema eléctrico, las autoridades han solicitado a la población reducir el consumo en lo posible y priorizar horarios fuera de los picos de demanda, que se concentran entre las 13:00 y las 18:00 horas. Las empresas distribuidoras también han reforzado su filosofía de trabajo en estos días de altas temperaturas, con operativos especiales para atender fallas rápidamente.
Por otro lado, las interrupciones espontáneas mantienen en alerta a muchos usuarios, quienes se quejan recurrentemente en redes sociales por los cortes prolongados. En barrios del AMBA como Flores, Belgrano y Quilmes, las fallas parecen haberse vuelto una constante durante el presente verano, exacerbando el malestar social.
Más información sobre el contexto energético y los próximos pasos del gobierno está disponible en la fuente original: @sofiadiamantina.