El agro argentino enfrenta una crisis alarmante por la caída de precios internacionales y el aumento de costos. Los productores exigen urgentemente una reducción de las retenciones, pero el gobierno de Javier Milei aún no ha fijado una fecha para esto, generando tensiones con organizaciones rurales que piden diálogo.[Collection]
El incremento de los costos y la caída de los precios internacional
La situación que enfrenta el agro argentino es alarmante. A medida que los precios internacionales de los granos continúan desplomándose, los productores agrícolas lidian con un aumento constante en los insumos, en un contexto que califican como “inédito” y “crítico”. Entre las principales demandas del sector resalta el llamado urgente a una reducción de las retenciones (derechos de exportación, DEX), asunto que el actual gobierno de Javier Milei mantiene sin fecha concreta pese a su relevancia económica y social.
Medidas postergadas y pedidos de diálogo
A escasos meses de iniciada la gestión de Javier Milei como presidente, su administración todavía no ha anunciado una política clara para bajar las retenciones, una promesa que había generado expectativas en el sector rural. Eduardo Caputo, destacado secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, afirmó recientemente que “las retenciones seguirán siendo analizadas en función de respetar la consolidación del crecimiento económico”. Para los productores, este enfoque representa más espera en un contexto que ven como cada vez más insostenible.
La postergación de medidas concretas para aliviar la presión fiscal sobre el campo ha provocado tensiones con entidades gremiales del agro, como la Sociedad Rural Argentina (SRA) y Confederaciones Rurales Argentinas (CRA). Dichas organizaciones exigen un diálogo directo con Milei y su equipo económico para encontrar soluciones antes de la próxima cosecha. “El tiempo juega en contra de todos, y el campo no puede esperar más”, declaró Nicolás Pino, presidente de la SRA.
Un contexto económico desafiante
El panorama económico global ha impuesto condiciones adversas al sector agrícola nacional. Factores como la baja en el precio internacional de granos esenciales -incluidos la soja, el maíz y el trigo- se combinan con un aumento notable en los costos de producción, especialmente los vinculados a insumos importados, que no han dejado de encarecerse debido al alza del dólar.
En este contexto, los márgenes de rentabilidad para los productores se han visto gravemente afectados. Según informes recientes, varios pequeños y medianos productores enfrentan dificultades para cubrir sus costos operativos básicos, situación que alarma a expertos y representantes del sector.
El desafío de las retenciones
Las retenciones a las exportaciones de productos agropecuarios han sido históricamente motivo de fricción entre los gobiernos y los productores rurales. En campañas anteriores, estas políticas fiscales permitieron al país generar ingresos extraordinarios en divisas. Sin embargo, los mismos actores que contribuyeron a dicha recaudación señalan que, en el contexto actual, los DEX agravian la competitividad y la capacidad de inversión del sector.
Desde la Fundación Agrofutura, analistas sostienen que “la eliminación de las retenciones sería clave para reactivar al campo en un escenario difícil por los precios y por la macroeconomía”. Aunque el gobierno comparte en principio esta visión de largo plazo, recalcan que cualquier cambio en el esquema actual debe evaluarse con cautela para evitar tensiones fiscales. La discusión, sin embargo, aún no se materializa en una convocatoria abierta al diálogo con las partes interesadas.
Postura de Milei y Caputo
Javier Milei, en anteriores declaraciones, ha defendido la importancia estratégica del campo como uno de los motores de la economía argentina. Pese a esto, su política económica prioriza, según palabras del secretario Eduardo Caputo, “la necesidad de estabilizar otras variables económicas antes de proceder con la modificación o eliminación de los derechos de exportación”.
Además, el gobierno sostiene que la eliminación de las retenciones generaría un vacío fiscal que sería difícil de compensar en el corto plazo, dado el actual nivel de déficit público. La estrategia de Milei se centra en construir un camino gradual, enfatizando la necesidad de preservar recursos mientras se consolida el crecimiento económico. Sin embargo, estas explicaciones no han satisfecho las demandas del sector agropecuario.
Reacciones del sector y posibles escenarios
La falta de avances concretos y de canales oficiales para el debate ha provocado múltiples reacciones en el ámbito rural. Entre las medidas consideradas se encuentra la posibilidad de organizar movilizaciones masivas para visibilizar la crisis productiva que atraviesa el campo, en caso de que el gobierno continúe sin brindar respuestas.
Por otro lado, desde organismos públicos y privados se han impulsado análisis técnicos para respaldar la viabilidad de una reducción gradual y estratégica de las retenciones, acompañada de políticas de fomento para los productores más perjudicados por el contexto actual. Aún está por verse si las propuestas serán consideradas y, de ser así, en qué plazos.
En un momento crucial para la economía del país, la presión sobre el gobierno de Milei crece, impulsada por un sector que, históricamente, ha sido clave para la generación de ingresos y estabilidad macroeconómica. La posibilidad de un consenso dependerá, según expertos, de la apertura al diálogo y de medidas concretas que reconozcan las necesidades urgentes del agro.
Fuente: @maiajastrey