En su primera semana, la receta electrónica en Argentina muestra beneficios como mayor claridad en las prescripciones y reducción de errores farmacéuticos. Sin embargo, plantea desafíos para adultos mayores y la falta de uniformidad entre jurisdicciones. Con más de 80.000 recetas emitidas, se impulsa la digitalización sanitaria con capacitaciones clave.[Collection]
Implementación de la receta electrónica: resultados de la primera semana
En su primera semana de implementación, el sistema de receta electrónica ha mostrado notables beneficios tanto para los profesionales de la salud como para los pacientes, aunque también ha evidenciado algunos desafíos, especialmente para las personas mayores. A través de esta nueva modalidad, los farmacéuticos han señalado que la mayor ventaja ha sido la claridad en las indicaciones, eliminando los errores comunes derivados de la interpretación de la letra manuscrita de los médicos.
Un avance tecnológico en el sistema sanitario
Desde el lanzamiento del programa, un total de 17 jurisdicciones en la Argentina han comenzado a operar con esta herramienta, marcando un nuevo hito en la digitalización del sistema sanitario. En concreto, la nueva receta electrónica permite que los médicos realicen prescripciones desde sus dispositivos y las envíen directamente a los pacientes a través de sus teléfonos móviles, mediante códigos QR o enlaces de descarga.
Estos avances han sido recibidos con buena aceptación entre los farmacéuticos, quienes destacan que la receta electrónica reduce drásticamente los errores en la dispensación de medicamentos. “Es un cambio positivo para todos, especialmente porque garantiza que no haya malentendidos con las indicaciones del médico”, señaló Laura Gómez, farmacéutica en la Ciudad de Buenos Aires.
Dificultades para los usuarios mayores
A pesar de las claras ventajas, las primeras experiencias con la receta electrónica también han revelado retos significativos, principalmente entre los adultos mayores. Según los testimonios de algunos usuarios y farmacéuticos, las personas mayores han tenido dificultades para manejar las herramientas tecnológicas necesarias para acceder a las recetas digitales.
“El mayor desafío es ayudar a los abuelos que no saben cómo abrir el archivo en el celular o no tienen acceso a Internet”, señaló Gustavo Fernández, encargado de una farmacia en Córdoba. Asimismo, se han reportado casos de pacientes que prefieren continuar con las recetas en papel debido a su familiaridad con el sistema tradicional.
Impacto en la atención médica y farmacéutica
Los médicos, sin embargo, también han tenido que adaptarse a la nueva dinámica. Algunos profesionales destacan que la receta electrónica les ahorra tiempo, ya que pueden generar las prescripciones directamente desde los historiales clínicos digitales. Por otro lado, ciertos médicos reportan que en las consultas con pacientes mayores, parte del tiempo se utiliza en explicar cómo descargar o usar las recetas electrónicas.
Otra preocupación se centra en la falta de uniformidad en el sistema, ya que no todas las jurisdicciones están integradas con el mismo software. Esto ha generado inconvenientes para farmacias que reciben recetas electrónicas de médicos de provincias que aún no han implementado totalmente este sistema.
Transición digital y mirada al futuro
De acuerdo con el Ministerio de Salud, la implementación de la receta electrónica busca mejorar la eficiencia del sistema de salud y prevenir errores de medicación. Además, destacan que el sistema respeta los estándares de seguridad y confidencialidad que protegen los datos de los pacientes.
En la primera semana, más de 80.000 recetas electrónicas han sido emitidas, según datos oficiales. Las autoridades sanitarias aseguran que este es solo el primer paso en un proyecto más amplio de digitalización del sistema de salud, que incluirá la interoperabilidad entre las jurisdicciones y la mejora continua de las plataformas tecnológicas utilizadas.
Sin embargo, expertos coinciden en que es fundamental desarrollar programas de capacitación para todos los eslabones del sistema, incluyendo médicos, farmacéuticos y pacientes, especialmente para los grupos más vulnerables como los adultos mayores. Solo así podrá asegurarse el éxito a largo plazo de esta transición digital.
Fuente de la información: Enzo Iriarte