Los incendios en Los Ángeles han dejado ocho muertos, miles de evacuados y más de 10.000 estructuras dañadas. Vientos extremos, altas temperaturas y terrenos montañosos complican el control del fuego. El impacto ambiental y económico es devastador, mientras autoridades apelan a la resiliencia comunitaria y piden más recursos ante esta catástrofe sin precedentes.[Collection]
Incendios en Los Ángeles: Aumentan víctimas y nuevos focos de alerta
Una crisis que no cede: más víctimas y daños materiales
El fuego continúa devastando amplias áreas de Los Ángeles, mientras las autoridades han confirmado que el número de personas fallecidas sigue en aumento. Las últimas víctimas registradas se encontraban en Palisades, un vecindario exclusivo donde las propiedades tienen un valor promedio de tres millones de dólares. Con esta nueva cifra, se eleva el total de muertos a ocho, luego de que cinco personas perdieran la vida a principios de semana por otro foco de incendio en Altadena.
Hasta la fecha, más de 10.000 estructuras han sido alcanzadas por las llamas, exacerbando la tragedia en una de las ciudades más grandes de Estados Unidos. Los equipos de emergencia trabajan contra reloj para contener los múltiples focos activos mientras cientos de residentes evacúan sus hogares en busca de seguridad. Según reportan las autoridades locales, se espera que las condiciones climáticas adversas —incluyendo fuertes vientos y altas temperaturas— compliquen aún más las labores de control en las próximas horas.
Palisades y Altadena: epicentros de la tragedia
La situación en Palisades es especialmente preocupante debido a la densidad de propiedades de alto valor que han sido amenazadas o severamente dañadas por las llamas. Lo que comenzó como un incendio menor se expandió rápidamente gracias a los vientos de Santa Ana, que pueden alcanzar velocidades cercanas a los 90 kilómetros por hora en esta región. Los bomberos enfrentan grandes dificultades en controlar el fuego en terreno montañoso, donde los accesos son limitados.
En Altadena, la devastación no es menor. A pesar de la intensa labor desplegada por los cuerpos de emergencia, el voraz avance del fuego dejó sin vida a cinco residentes y destruyó completamente varias manzanas residenciales. “Este ha sido uno de los incendios más rápidos y peligrosos que hemos visto en los últimos años”, declaró un portavoz del Departamento de Bomberos del Condado de Los Ángeles.
Evacuaciones masivas y esfuerzos de rescate
Miles de residentes han recibido órdenes de evacuación obligatoria en diferentes puntos de la ciudad, incluyendo áreas de Brentwood y Malibú. Refugios temporales se han habilitado con urgencia en centros comunitarios y gimnasios, mientras las autoridades recomiendan que los ciudadanos evacúen incluso antes de recibir notificaciones oficiales debido a la rapidez con la que evolucionan los incendios.
El Departamento de Bomberos del Condado de Los Ángeles ha desplegado más de 1.000 efectivos, apoyados por medios aéreos y terrestres. No obstante, fuentes oficiales han advertido que los recursos son limitados frente a la magnitud del desastre. “Estamos priorizando salvar vidas por encima de proteger propiedades”, expresó el jefe de bomberos, Brian Fennessy, quien instó a los residentes a acatar las directrices de los equipos de emergencia sin dilación.
Impacto ambiental y económico
Además del impacto directo sobre los residentes, los incendios están causando un daño significativo al medio ambiente y a la economía de la región. Bosques enteros han sido arrasados, afectando la biodiversidad local y generando columnas de humo que han deteriorado la calidad del aire en Los Ángeles y áreas circundantes. Expertos en salud pública han emitido alertas sobre los riesgos respiratorios, especialmente para poblaciones vulnerables como niños y ancianos.
En términos económicos, las pérdidas ya se calculan en cientos de millones de dólares. Muchas familias de clase media y alta han quedado desamparadas tras perder sus hogares y pertenencias. Las compañías de seguros enfrentan un escenario abrumador, mientras los funcionarios estatales debaten la necesidad de destinar fondos adicionales para la reconstrucción de viviendas y la infraestructura dañada.
Respuesta desde las autoridades
Durante una conferencia de prensa este miércoles, el alcalde de Los Ángeles, Karen Bass, expresó su solidaridad con las familias afectadas y destacó la valentía de los cuerpos de emergencia que arriesgan sus vidas en la primera línea de defensa contra el fuego. “Estamos ante una catástrofe que requiere la unión de toda nuestra comunidad. No escatimaremos esfuerzos para proteger a nuestros ciudadanos”, afirmó Bass.
En tanto, el gobernador de California, Gavin Newsom, ha solicitado apoyo adicional del gobierno federal para reforzar los recursos estatales y combatir la crisis con mayor eficacia. Además, se evalúa la necesidad de mejoras en las políticas de prevención de incendios, un tema recurrente en un estado que ha sufrido incendios forestales de gran magnitud en la última década.
Preocupante cambio climático
Los expertos atribuyen la intensidad y frecuencia de estos incendios al cambio climático y a años de gestión forestal deficiente. Condiciones cada vez más secas y calurosas han convertido a California en un terreno fértil para desastres de esta naturaleza. “Estos incendios están fuera de toda normalidad histórica”, explicó Michael Gerrard, científico especializado en cambio climático de la Universidad de Columbia. Gerrard resaltó la urgencia de implementar medidas a largo plazo para mitigar los efectos del calentamiento global.
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