Israel ha reanudado sus ataques a Gaza, desafiando un acuerdo de alto el fuego mediado por Qatar, Egipto y EE.UU. Mientras los residentes denuncian bombardeos que afectan infraestructura civil, la comunidad internacional presiona por una solución humanitaria urgente. Las condiciones de vida en Gaza siguen deteriorándose, afectando a millones.
Israel ataca Gaza tras alto el fuego con Hamás
Residentes de Gaza denunciaron nuevos ataques por parte de Israel en la región, a pesar de las expectativas generadas por un acuerdo de alto el fuego mediado por Qatar, Egipto y Estados Unidos. Según lo informado, este cese de hostilidades debería entrar en vigor el domingo 19 de noviembre, pero aún requiere la aprobación del gabinete de seguridad israelí.
Tensión en aumento a pesar de acuerdos preliminares
Las negociaciones para alcanzar un alto el fuego habían avanzado considerablemente tras varios días de intensos enfrentamientos entre las Fuerzas de Defensa de Israel y el grupo islamista Hamás. El acuerdo, promovido por mediadores internacionales, plantea medidas humanitarias inmediatas, como un intercambio de prisioneros y la apertura de corredores humanitarios. Sin embargo, los recientes bombardeos cuestionan la capacidad de ambas partes para honrar el compromiso.
Fuentes locales informaron que los ataques aéreos israelíes alcanzaron infraestructura civil en diferentes barrios del enclave costero. Testigos expresaron que al menos tres explosiones sacudieron áreas densamente pobladas, dejando una estela de destrucción considerable. “Nos hablaron de tregua, pero han intensificado su ofensiva”, señaló un residente de Gaza, quien prefirió mantener el anonimato por seguridad.
Condiciones y desafíos del acuerdo
Según trascendidos, el borrador del acuerdo incluye la liberación de mujeres y niños palestinos encarcelados en prisiones israelíes. En contraparte, Hamás entregaría rehenes israelíes retenidos desde el estallido del conflicto, que se intensificó tras el asalto militar y el ataque sorpresa del pasado mes de octubre. Igualmente, se garantizaría el flujo de ayuda humanitaria destinada a la población gazatí.
A pesar de estos avances, el procedimiento para concretar el acuerdo permanece en manos del gabinete de seguridad de Israel, presidido por el primer ministro Benjamin Netanyahu. La decisión final debía tomarse en las próximas horas, aunque fuentes internas advirtieron que ciertos sectores del gobierno mantienen reservas sobre las condiciones pactadas.
Respuesta internacional dividida
La comunidad internacional ha intensificado su presión sobre ambas partes para lograr una reducción escalonada del conflicto, que ha cobrado miles de vidas y desplazado a amplios sectores de la población gazatí. La mediación de Qatar y Egipto, respaldada por Estados Unidos, ha sido clave para acercar posiciones, aunque persisten diferencias fundamentales.
El Departamento de Estado norteamericano emitió un comunicado destacando el rol humanitario del acuerdo. “Es vital que las partes prioricen la seguridad de los civiles en esta etapa crítica”, afirmó un vocero estadounidense, sin aludir directamente a los nuevos incidentes violentos registrados en Gaza.
Preocupación por el impacto en civiles
Organizaciones humanitarias presentes en la región alertaron sobre el deterioro de las condiciones de vida en Gaza. La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA) informó que se reportan cortes masivos de electricidad, escasez de agua potable y hospitales saturados debido al incremento de víctimas de ataques recientes.
“Cada día que se retrasa la implementación del alto el fuego, las consecuencias son devastadoras para más de dos millones de personas atrapadas en Gaza”, declaró un representante de la OCHA en un informe preliminar. La organización hizo un llamado urgente para permitir la entrada segura de suministros básicos y garantizar la protección de civiles en medio de la escalada bélica.
Se espera que en las próximas horas las autoridades israelíes confirmen o rechacen la entrada en vigor del tan ansiado alto el fuego, mientras el mundo observa con atención los acontecimientos en esta región marcada por décadas de violencia y desconfianza mutua.
Fuente: Ámbito.