Las tensiones en Cisjordania han aumentado tras el alto al fuego en Gaza, con un operativo militar israelí en Jenín. Las FDI justifican la acción contra “elementos terroristas” mientras se reportan bajas y heridos en ambos lados. La comunidad internacional se muestra dividida, advirtiendo sobre el deterioro humanitario y político.
Operativo militar de Israel en Cisjordania tras Gaza
Tensiones en Cisjordania tras el cese al fuego en Gaza
Últimos acontecimientos en el conflicto entre Israel y Palestina elevaron las tensiones en Cisjordania luego de que se declarara un alto al fuego en la Franja de Gaza. El reciente operativo militar israelí en la ciudad cisjordana de Jenín refleja una intensificación de los enfrentamientos en la región, señalando una renovada prioridad estratégica por parte del gobierno israelí. La ofensiva ocurrió en medio de un panorama ya complejo tras la escalada sufrida en Gaza, dejando al descubierto una amplia red de resistencia en territorios bajo control palestino.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) justificaron la operación como una acción destinada a desmantelar infraestructuras militares de organizaciones que, según afirman, planeaban ataques contra territorio israelí. El ejército israelí informó que este operativo se enfocó contra “elementos terroristas” que operaban dentro de Jenín, en una campaña marcada por arrestos masivos y enfrentamientos armados.
Escalada militar: el desarrollo del operativo
Jenín se ha convertido en uno de los principales focos de inestabilidad, siendo un bastión de grupos armados como Hamas y la Jihad Islámica Palestina, organizaciones que Israel considera responsables de ataques recientes. En esta intervención militar, las FDI desplegaron tanto fuerzas terrestres como drones, un recurso que ha cobrado mayor relevancia en sus tácticas en la última década. Durante la operación, se reportaron intensos combates entre soldados israelíes y militantes palestinos que dejaron un saldo preliminar de varias bajas y decenas de heridos en ambos bandos.
Según el portavoz militar israelí, Daniel Hagari, “la acción en Cisjordania estaba programada tras recopilar inteligencia sobre movimientos armados, almacenes de armas y túneles subterráneos”. Mientras tanto, fuentes palestinas denunciaron que la incursión incluyó el uso de municiones de impacto indiscriminado, que afectaron zonas residenciales.
Impacto en la población civil
La operación tuvo graves consecuencias para la población civil, agravando la ya precaria situación humanitaria en Cisjordania. Según el Ministerio de Salud palestino, varios civiles resultaron heridos durante el enfrentamiento, y varios edificios residenciales fueron dañados. Organizaciones como la Media Luna Roja Palestina reportaron dificultades para atender a los heridos debido a los bloqueos establecidos por las fuerzas israelíes.
Además, líderes locales y organizaciones internacionales han advertido sobre el riesgo de un desplazamiento masivo de ciudadanos, agravando la crisis de refugiados en la región. Naciones Unidas y otros organismos han instado a ambas partes a contener la violencia y garantizar la protección de los civiles, aunque sin éxito notable hasta el momento.
Contexto político y estratégico
La operación en Cisjordania llegó apenas días después del cese al fuego en Gaza, acordado tras intensos intercambios de cohetes y bombardeos entre Israel y Hamas. Aunque el alto al fuego fue recibido por algunos como un respiro temporal, otros observaron como previsible que la violencia se desplazara hacia otros frentes sensibles como Cisjordania, una región históricamente volátil que alberga tensiones sobre los asentamientos israelíes en territorios palestinos.
Analistas señalan que el movimiento podría ser parte de una estrategia israelí más amplia para demostrar su capacidad de seguimiento y respuesta frente a actores críticos, incluso mientras busca estabilizar otras áreas. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reiteró que el país no tolerará ninguna amenaza “en ninguna frontera”, resaltando la percepción israelí de que Cisjordania actúa como un caldo de cultivo para conspiraciones violentas.
Reacción internacional
La comunidad internacional se ha manifestado dividida ante los sucesos. Mientras aliados históricos de Israel, como Estados Unidos, reiteraron su respaldo al derecho de defensa del país, otras naciones y organizaciones han condenado la operación, calificándola como una muestra desproporcionada de fuerza. En contraste, los líderes de la Autoridad Nacional Palestina acusaron a Israel de buscar socavar toda posibilidad de avanzar hacia una solución de dos estados.
Europa y la Liga Árabe han hecho un llamado al gobierno israelí para evitar acciones que provoquen un nuevo repunte en el conflicto, advirtiendo que este tipo de iniciativas podrían llevar al punto de no retorno en un proceso de paz ya frágil. Por otra parte, se prevé que el Consejo de Seguridad de la ONU aborde la situación en Cisjordania en las próximas semanas, elevando aún más la atención internacional.
Proyecciones futuras
Expertos anticipan que las operaciones militares israelíes en Cisjordania podrían intensificarse en las semanas posteriores si las tensiones en la región no se logran disipar. La reanudación de acciones armadas entre militantes palestinos y las fuerzas de seguridad israelíes corre el riesgo de escalar incluso más allá de Cisjordania, impactando aún más las relaciones ya deterioradas entre Israel y Palestina.
Las FDI han confirmado que sus operativos continuarán mientras existan “amenazas activas”, lo que podría sugerir la posibilidad de nuevas rondas de violencia. Entretanto, organismos humanitarios han pedido un acceso urgente a las zonas más afectadas por los recientes enfrentamientos, previendo un recrudecimiento en la crisis humanitaria.
Fuente: LA NACION