El Papa Francisco fue internado en Roma debido a una inflamación pulmonar leve, recibiendo tratamiento antibiótico. Se encuentra estable y su hospitalización es precautoria, aunque aún no se ha determinado su alta. Su estado de salud ha generado preocupación entre creyentes y funcionarios, mientras continúa la oración por su recuperación.
El estado de salud del Papa Francisco
El Papa Francisco fue internado en el Policlínico Gemelli de Roma tras sufrir un malestar durante la mañana. Según informó la Santa Sede, se realizaron estudios de control que confirmaron la presencia de una inflamación pulmonar, pero sin signos de infección grave. Debido a ello, se decidió administrar un tratamiento antibiótico para evitar posibles complicaciones.
El Vaticano precisó que el Santo Padre se encuentra estable y que su hospitalización es una medida precautoria. Aunque en un principio se informó que podría permanecer en la clínica por unos días, todavía no se ha confirmado su alta médica. El Papa, de 87 años, ya ha atravesado diversos episodios de salud en los últimos años, incluyendo una intervención quirúrgica intestinal en 2021 y otra operación abdominal en 2023.
La noticia generó preocupación dentro del ámbito eclesiástico y político, dado el papel que desempeña Francisco en la Iglesia Católica y su influencia a nivel global. En los últimos días, había mantenido una agenda activa, incluyendo encuentros con líderes religiosos y políticos.
Antecedentes médicos y reacciones
El Papa ha lidiado con diversos problemas de salud a lo largo de su pontificado, lo que ha llevado a especulaciones sobre su capacidad para seguir cumpliendo con sus funciones. En 2021, fue sometido a una operación por una estenosis diverticular en el colon, y en 2023, a una cirugía abdominal para tratar una hernia. Además, ha experimentado dificultades respiratorias derivadas de una afección pulmonar sufrida en su juventud.
Su hospitalización actual generó respuestas inmediatas. Cerca del Vaticano, algunos fieles se congregaron en señal de apoyo y oración. Funcionarios del gobierno italiano expresaron su solidaridad, mientras que diversas conferencias episcopales alrededor del mundo enviaron mensajes de fortaleza y pronta recuperación.
El portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, indicó en un comunicado que el Papa continúa con su tratamiento y que su evolución es monitoreada de cerca por los médicos. Sin embargo, no se han dado precisiones sobre cuándo retomará su agenda completa, lo que plantea interrogantes sobre el futuro inmediato de sus compromisos pastorales y diplomáticos.