El ministro Guillermo Francos defendió la eliminación de la Secretaría de Vivienda, argumentando que su función era solo administrativa. La medida, parte de una política de ajuste fiscal, ha generado preocupación por el futuro de los programas habitacionales en un contexto de creciente pobreza y déficit habitacional en Argentina.
Declaraciones de Guillermo Francos sobre la eliminación de la Secretaría de Vivienda
El ministro del Interior, Guillermo Francos, se refirió a la decisión del Gobierno de eliminar la Secretaría de Vivienda en el marco de su política de ajuste fiscal. En un contexto de creciente pobreza y dificultades de acceso a la vivienda, la medida ha generado cuestionamientos sobre el futuro de los programas habitacionales destinados a los sectores más postergados.
En declaraciones recientes, Francos justificó la eliminación del área al argumentar que «la Secretaría de Vivienda no construye casas, sino que administra fondos». Según el funcionario, el objetivo del Gobierno es recortar el gasto y descentralizar las decisiones en materia habitacional, trasladando la responsabilidad a las provincias y al sector privado. Esta postura se enmarca en la estrategia de la administración de Javier Milei de reducir la estructura estatal y promover el rol de la inversión privada en áreas tradicionalmente gestionadas por el Estado.
El anuncio se produce en un escenario de creciente crisis habitacional en Argentina. De acuerdo con datos del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), la pobreza en el país supera el 50% y el déficit habitacional afecta a millones de personas. Sin una alternativa clara que reemplace a la Secretaría de Vivienda, surgen dudas sobre cómo se garantizará el acceso a una vivienda digna para quienes hoy dependen de programas estatales.
Impacto de la medida y desafíos futuros
La eliminación de la Secretaría de Vivienda forma parte de un paquete más amplio de reformas impulsadas por el Gobierno, que prioriza el recorte del gasto público. Sin embargo, distintos especialistas advierten que esta decisión podría profundizar el déficit habitacional y ralentizar la construcción de viviendas sociales. Una de las principales interrogantes es qué ocurrirá con los proyectos en ejecución y con aquellos que aún no han sido adjudicados. Sin una estructura estatal específica para administrar los fondos destinados a la vivienda, el futuro de estos planes es incierto.
Exgobernantes y referentes del ámbito de la vivienda han expresado su preocupación por los efectos que esta medida podría tener en la población más vulnerable. En este sentido, dirigentes de distintos ámbitos sostienen que la falta de un organismo estatal encargado de coordinar estos programas podría derivar en un desorden administrativo y en la paralización de proyectos habitacionales previstos en distintas provincias.
El Gobierno, por su parte, insiste en que la solución al problema habitacional no debe recaer únicamente en el Estado. En esta línea, impulsa un modelo donde el sector privado tenga un rol protagónico en la construcción de viviendas, con incentivos fiscales y mecanismos de financiamiento alternativo. Sin embargo, este enfoque plantea interrogantes sobre la capacidad de las empresas para atender a los sectores con menores recursos, dado que la rentabilidad de los desarrollos inmobiliarios suele depender del poder adquisitivo de los compradores.
A medida que se avanza en la implementación de esta política, surgen cuestionamientos sobre cuál será el destino de los fondos que antes administraba la Secretaría de Vivienda y si las provincias podrán asumir la tarea en un contexto de restricciones presupuestarias. Además, se plantea la necesidad de garantizar mecanismos de control y supervisión para evitar desajustes en la ejecución de los proyectos habitacionales.
La discusión sobre el acceso a la vivienda es un tema central en la agenda pública, y la eliminación de la Secretaría de Vivienda abre un debate sobre el papel del Estado en esta problemática. ¿Cómo responderán las provincias ante este cambio? ¿El sector privado podrá suplir el rol que hasta ahora desempeñaba el Estado? Estos interrogantes marcarán el debate en los próximos meses, en un contexto de incertidumbre sobre las políticas habitacionales en Argentina.