Jorge Macri y Axel Kicillof se reunirán para abordar la creciente inseguridad en el Conurbano bonaerense. Los asesinatos de policías porteños fuera de servicio encendieron alarmas, generando tensiones y críticas hacia las gestiones de ambos gobiernos. Ministros de Seguridad coordinarán estrategias conjuntas para enfrentar esta ola de violencia que exige soluciones urgentes.
Reunión urgente por crímenes de policías en La Plata
Una escalada de violencia que preocupa a la Ciudad y la Provincia
El jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, se comunicó en las últimas horas con el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, ante la creciente ola de asesinatos de agentes de la Policía de la Ciudad en el Conurbano. El objetivo del contacto es coordinar acciones conjuntas y reforzar la seguridad en un contexto de creciente violencia en ambos distritos. Si bien no se confirmó la fecha del encuentro, ambas partes acordaron que la reunión será complementada por un acercamiento entre los ministros de Seguridad para delinear estrategias concretas.
La preocupación por los hechos recientes tomó un nuevo impulso tras registrarse múltiples incidentes en las últimas semanas que dejaron un saldo de agentes porteños muertos mientras estaban fuera de servicio en territorio bonaerense. Fuentes cercanas al gobierno porteño destacaron que la comunicación entre Macri y Kicillof fue “cordial”, aunque remarcaron la urgencia de avanzar hacia soluciones concretas para frenar la violencia en la zona.
Aumenta la inseguridad en el Conurbano
Los episodios de inseguridad que involucran a efectivos de la fuerza de seguridad porteña generaron tensiones y un marcado malestar dentro del Gobierno de la Ciudad. Entre los últimos casos resonantes, se destaca el asesinato a sangre fría de un oficial en la localidad de Lomas de Zamora, lo que reforzó los pedidos de intervención coordinada. Según estadísticas preliminares, en lo que va del año ya se registraron al menos cinco muertes de agentes de la Policía de la Ciudad en circunstancias similares.
“Estamos atravesando una situación que requiere respuestas inmediatas y trabajo conjunto entre ambas jurisdicciones”, señalaron fuentes del entorno de Jorge Macri, haciendo alusión al delicado momento de inseguridad. Por su parte, desde la Provincia, el equipo de Kicillof manifestó su disposición para avanzar en un plan compartido que permita reducir los índices de criminalidad en el Conurbano.
Un encuentro clave entre ministros de Seguridad
Dentro del marco de la reunión entre los mandatarios, también habrá un encuentro entre representantes de las carteras de Seguridad de ambos distritos. Eugenio Burzaco, ministro de Seguridad de la Ciudad, se reunirá con su par bonaerense, Sergio Berni, en busca de articular mecanismos de acción conjunta. Según trascendió, los temas prioritarios abarcarán desde protocolos de actuación coordinados hasta el intercambio de información sobre redes delictivas que operan a ambos lados de la frontera jurisdiccional.
En declaraciones recientes, Burzaco enfatizó que “los delitos no conocen de límites geográficos” y que es vital trabajar en bloque para enfrentar la creciente sofisticación del crimen organizado. Berni, por su parte, reconoció que la Provincia enfrenta “desafíos estructurales” en materia de seguridad, pero aseguró que la colaboración con la Ciudad “puede potenciar los resultados positivos”.
Reacciones políticas y sociales
Los asesinatos de policías en el Conurbano desataron una ola de críticas hacia las gestiones de seguridad tanto de la Provincia como de la Ciudad. Referentes de la oposición cuestionaron lo que consideran una falta de planificación estratégica para hacer frente a las crecientes amenazas que sufren los efectivos fuera de su horario de servicio. “El problema de la inseguridad afecta tanto a los civiles como a los propios agentes, y es evidente que hace falta un enfoque mucho más integral”, expresó un dirigente de Juntos por el Cambio.
En paralelo, agrupaciones que representan a las fuerzas de seguridad reclamaron mayores garantías para los oficiales que operan o residen en zonas con altos índices de criminalidad. Estas organizaciones pidieron una mayor provisión de recursos y mejores protocolos para actuar frente a situaciones de riesgo, incluso cuando los oficiales están fuera de funciones.
Un problema que exige soluciones urgentes
Las cifras de criminalidad en el Conurbano bonaerense siguen alarmando a las autoridades y a la sociedad en general. Según reportes de la Procuraduría General, delitos violentos como robos a mano armada, homicidios y enfrentamientos con fuerzas de seguridad se han incrementado en un 15% en comparación con el año anterior en los municipios más afectados. Al respecto, especialistas en criminología advierten que las medidas aplicadas hasta ahora han sido insuficientes y que es imprescindible profundizar la colaboración interjurisdiccional.
A raíz de estos incidentes, el presidente Alberto Fernández también fue puesto al tanto de la situación, aunque hasta el momento no ha intervenido directamente en el conflicto. Fuentes oficiales señalaron que el Gobierno nacional apoya cualquier iniciativa destinada a mejorar la seguridad pública y reducir los niveles de violencia. Sin embargo, destacaron que las medidas específicas recaen en las administraciones de la Ciudad y la Provincia.
Homicidios que marcan una escalada
El caso más reciente que encendió las alarmas fue el asesinato de un agente porteño en la localidad de Quilmes. La víctima, de 34 años, fue interceptada por dos delincuentes mientras se dirigía a su vivienda luego de concluir su jornada laboral. En un intento de robo, los atacantes le dispararon a quemarropa y huyeron del lugar sin lograr ser detenidos, según confirmaron fuentes policiales. Este hecho, sumado a otros episodios similares, expone la vulnerabilidad de los oficiales porteños que residen o transitan en el territorio bonaerense.
Organizaciones dedicadas a la seguridad y la justicia señalaron que estos crímenes evidencian la falta de presencia estatal en áreas clave del Conurbano. Además, alertaron sobre una posible crisis de confianza en los organismos de seguridad si no se toman medidas contundentes a corto plazo. “Un oficial que no se siente seguro difícilmente puede garantizar la protección de los ciudadanos”, advirtieron especialistas en políticas públicas.
Dialogar para actuar: el inicio de una solución
La reunión entre Jorge Macri y Axel Kicillof aparece como el primer paso hacia una respuesta integral frente a la creciente inseguridad en el AMBA. Ambos mandatarios, pese a las diferencias políticas, han mostrado disposición a encarar el problema desde una perspectiva pragmática. La expectativa está puesta en que este diálogo inicial permita construir una estrategia regional efectiva que beneficie tanto a la Ciudad como a la Provincia.
Con la inseguridad escalando en ambas jurisdicciones, organismos de seguridad, expertos y vecinos coinciden en que la coordinación entre ambos gobiernos se presenta como una necesidad urgente. Por el momento, las reuniones entre las máximas autoridades y sus ministros de Seguridad generan cierta esperanza, aunque los resultados concretos aún están por verse en el terreno.
Fuente: Redacción Clarín