El conflicto entre el Gobierno de Javier Milei y Tierra del Fuego podría llegar a instancias judiciales. El gobernador Melella advierte que demandará si se eliminan los aranceles que protegen la industria electrónica regional, lo que afectaría más de 8500 empleos. Esto revela un creciente descontento territorial con el ajuste fiscal.
Tensión entre Gobierno y Tierra del Fuego: la amenaza judicial ante la posible quita de aranceles a productos tecnológicos
El conflicto entre el gobierno nacional y la provincia de Tierra del Fuego se encamina a escalar en la Justicia. Gustavo Melella, gobernador fueguino, advirtió que su administración presentará una demanda si la Casa Rosada, liderada por Javier Milei, avanza con la eliminación del régimen arancelario que protege a la industria electrónica en esa provincia. Detrás del posicionamiento político se esconde una disputa que enfrenta a la lógica de ajuste fiscal del Ejecutivo con los intereses territoriales y las economías regionales que dependen del ensamblado tecnológico.
La eliminación de aranceles a los productos fabricados en Tierra del Fuego no es una mera decisión administrativa: representa un potencial revés para una estructura productiva que sostiene más de 8500 puestos de trabajo directos. La administración provincial considera que esta medida no solo desmantela un ecosistema industrial consolidado durante décadas, sino que también vulnera el principio de federalismo fiscal al castigar una jurisdicción periférica en pro de preceptos de apertura comercial irrestricta. Desde el entorno de Melella afirman que “el gobierno nacional tiene una agenda industrial para la City, no para el país real”.
En la otra vereda, la cartera económica que dirige Luis Caputo celebró la desaceleración inflacionaria registrada en abril. Con un índice de precios que marcó un 2,8%, el número representa el mejor resultado para un mes de abril desde 2020. El equipo económico atribuyó esta baja a la disciplina fiscal y al levantamiento progresivo del cepo. Este dato, celebrado en los pasillos del Ministerio de Economía, es parte del mensaje que Milei intenta instalar para reforzar la eficacia de su programa de shock, aún bajo tensión con distintas provincias y sectores económicos. Sin embargo, el alivio numérico no necesariamente se traduce en apoyo político sostenido.
La interna entre Nación y Tierra del Fuego no es un caso aislado, sino un síntoma de un modelo de gestión que prioriza resultados macroeconómicos por encima del consenso territorial. El “no hay plata”, que Milei convirtió en eslogan de época, se topa con un entramado federal que empieza a mostrar signos de resistencia. Lo que está en juego no es solo el régimen de promoción fueguino, sino la capacidad del gobierno de avanzar en su cruzada anti-regulaciones sin generar una rebelión de gobernadores. En off, algunos mandatarios provinciales hablan de armar un frente común para blindar los tratados fiscales y económicos que aseguran cuotas mínimas de autonomía.
Mientras en lo económico el Ejecutivo muestra algunos logros medibles, en lo político sigue apelando a una retórica de confrontación. En un acto de campaña, Javier Milei apareció junto a su vocero Manuel Adorni, a quien respaldó con un discurso demoledor contra sus adversarios internos. “Hay que ponerle la tapa al cajón del kirchnerismo”, declaró sin rodeos. También apuntó contra Macri por no aplicar el protocolo antipiquetes en su mandato y calificó al Pro como “amarillos fracasados”. La estrategia es clara: sobreactuar ruptura para consolidar liderazgo propio y polarizar con todo lo anterior.
En el plano internacional, las expectativas están puestas en Estambul, donde delegaciones de Rusia y Ucrania se reunirán por cuarta vez desde el inicio del conflicto en 2022. Esta nueva cita no contará con la presencia de Vladimir Putin, quien delegó la representación a cuadros técnicos y diplomáticos. Zelensky, por su parte, se muestra escéptico. La elección de Turquía como sede marca un nuevo intento de mediación en un tablero donde las cartas parecen marcadas desde hace meses, pero donde cada gesto diplomático es una señal de reposicionamiento global.
En tanto, el clima en el fútbol argentino se oxigenó con la goleada de Racing sobre Colo-Colo por 4 a 0, resultado que clasificó al equipo de Avellaneda a octavos de final de la Copa Libertadores. Los protagonistas del partido fueron Santiago Solari, Adrián Martínez —doblete— y Adrián Balboa. Aun con un rival disminuido por la temprana expulsión de Arturo Vidal, el equipo argentino mostró contundencia. La clasificación llega como bálsamo emocional en una coyuntura nacional cargada de malas noticias económicas y tensiones institucionales.
El resumen matutino se completa con esta radiografía de un país en el que las tensiones económicas, las batallas políticas y la geopolítica internacional confluyen en una narrativa de cambios acelerados. Si el gobierno busca imponer una nueva lógica productiva, deberá gestionar el conflicto con las provincias sin explotar el delicado equilibrio federal que sostiene la gobernabilidad. Tierra del Fuego es hoy ese primer límite visible. Y detrás de los puestos industriales, se juega algo más que una discusión por aranceles: se juega la posibilidad de construir un país con algún tipo de pacto.