La retirada de EE. UU. del Acuerdo de París, impulsada por Donald Trump, representa un serio retroceso en la lucha global contra el cambio climático. Este movimiento pone en riesgo objetivos climáticos clave, debilita la cooperación internacional y promueve los combustibles fósiles sobre las energías renovables, mientras enfrenta críticas globales y apoyo limitado nacional.
Trump y el Acuerdo de París: Impacto de la salida de EE. UU. en la lucha global contra el cambio climático
El 20 de enero de 2025, un documento relacionado con las prioridades del presidente Donald Trump confirmó la retirada de Estados Unidos del Acuerdo de París, un pacto internacional clave que busca limitar el crecimiento de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Esta decisión, alineada con una agenda que Trump ya había anunciado durante su mandato anterior en 2017, reabre el debate sobre la importancia del liderazgo estadounidense en la lucha contra el cambio climático.
¿Qué es el Acuerdo de París y por qué es importante?
El Acuerdo de París fue adoptado en diciembre de 2015 durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en la capital francesa. Este acuerdo vinculante incluye compromisos de casi 200 países para mantener el aumento de la temperatura global por debajo de 2 °C sobre los niveles preindustriales y, de ser posible, limitar el alza a 1.5 °C.
Estados Unidos, en su rol como el segundo mayor emisor de CO₂ en el mundo, había sido uno de los principales signatarios y contribuyentes financieros al Fondo Verde para el Clima, un mecanismo diseñado para apoyar a los países en desarrollo en su transición hacia economías bajas en carbono. La salida de EE. UU. de este acuerdo supone un retroceso significativo para los esfuerzos globales de mitigación y adaptación al cambio climático.
En su reciente decisión, Donald Trump argumentó que permanecer en el Acuerdo de París perjudicaría la economía estadounidense: “Desde el inicio, este acuerdo ha sido injusto e impone restricciones que amenazan nuestra independencia energética y nuestros empleos. Estados Unidos necesita poner a los estadounidenses primero”.
Impacto Nacional e Internacional de la Retirada
La decisión de Trump implica graves implicaciones para las políticas climáticas en Estados Unidos e internacionalmente. Sin la participación activa de EE. UU., los análisis muestran una mayor dificultad para alcanzar los objetivos globales de reducción de emisiones. Según el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), el liderazgo estadounidense es vital tanto por su capacidad tecnológica como por su influencia diplomática.
A nivel interno, la salida del acuerdo podría significar el desmantelamiento de varias normativas ambientales implementadas durante administraciones previas, como las restricciones en plantas eléctricas alimentadas por carbón o los estándares de eficiencia de combustible. El enfoque político se alejaría de las energías renovables hacia una mayor explotación de combustibles fósiles, como petróleo, gas y carbón.
A nivel internacional, este movimiento beneficia a países como China o India que emergen como nuevos líderes climáticos, aprovechando la vacante dejada por EE. UU. en términos de innovación sustentable. Sin embargo, estas naciones aún enfrentan desafíos para compensar la falta de apoyo financiero proveniente de los compromisos estadounidenses al Fondo Verde para el Clima.
Reacciones en contra y apoyo a la medida
La retirada del Acuerdo de París ha generado controversia tanto dentro de Estados Unidos como a nivel mundial. Organizaciones ambientalistas, líderes políticos y científicos han manifestado su preocupación por las repercusiones de esta decisión. António Guterres, Secretario General de la ONU, expresó que “la crisis climática es el mayor reto de nuestra era y requiere de acciones colectivas firmes. La ausencia de Estados Unidos es alarmante”.
Por otro lado, la decisión ha sido bien recibida por miembros clave del Partido Republicano y algunos sectores industriales. Para estos grupos, priorizar los intereses económicos nacionales, como la independencia energética y la generación de empleos en el sector de combustibles fósiles, justifica la salida del acuerdo. Sin embargo, la comunidad científica sostiene que los costos asociados al cambio climático podrían superar los beneficios económicos a corto plazo.
El impacto a futuro
La retirada de Estados Unidos del Acuerdo de París será efectiva en un plazo de un año, tal como estipulan los términos del pacto. Durante ese tiempo, diversos grupos nacionales e internacionales buscarán dialogar con la administración Trump para reconsiderar esta decisión. A pesar de ello, el presidente ha reiterado su intención de mantener la postura actual.
A medida que el mundo enfrenta fenómenos climáticos extremos, como incendios forestales, huracanes y sequías intensificadas por el cambio climático, la influencia de esta decisión puede plantear desafíos adicionales para cumplir las metas planteadas en 2015. Por lo tanto, varios países y comunidades globales se preparan para mitigar el vacío que dejará Estados Unidos.
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