Gustavo Petro y exintegrantes de las FARC celebran la decisión de EE. UU. de retirar a Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo, valorando este acto como un avance hacia la paz en Colombia. La medida podría facilitar diálogos y mejorar las relaciones entre Cuba y EE. UU.[Collection]
Cuba fuera de lista de terrorismo: Petro y exFARC celebran
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, y exintegrantes del ahora disuelto grupo guerrillero FARC celebraron el reciente anuncio del retiro de Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo del Departamento de Estado de los Estados Unidos. El reconocimiento fue calificado como “un paso hacia la paz” por actores políticos que consideran este cambio crucial para fortalecer los procesos de reconciliación en la región.
Un giro significativo en la política de Estados Unidos
La decisión de retirar a Cuba de esta lista marca un giro en la política estadounidense respecto a la isla, después de que el gobierno del expresidente Donald Trump la reincorporara en enero de 2021. La inclusión de Cuba en esta lista se debió a su rol como sede para las negociaciones de paz entre el gobierno colombiano y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), calificadas en ese entonces como un apoyo a estructuras consideradas como terroristas por Estados Unidos.
Entre las razones para la exclusión de Cuba de esta clasificación, el Departamento de Estado destacó el compromiso del país en facilitar el diálogo y su contribución a la estabilidad regional. Aunque los detalles técnicos del proceso no fueron totalmente revelados, Washington afirmó que la medida es parte de un análisis constante de las políticas exteriores.
Reacciones desde Colombia
El presidente Gustavo Petro, quien ha promovido constantemente un enfoque de diálogo y reconciliación en Colombia, agradeció públicamente la decisión de Washington. “Es un reconocimiento a la labor de Cuba en la búsqueda de la paz para Colombia”, expresó Petro, señalando la importancia de la isla como mediador en los procesos de negociación entre el gobierno colombiano y grupos armados.
Por su parte, el partido Comunes, integrado principalmente por exmiembros de las FARC que firmaron el acuerdo de paz en 2016, también celebró la noticia. En un comunicado oficial, destacaron que el retiro de Cuba de la lista es un “triunfo para la diplomacia internacional” que puede repercutir positivamente en la implementación del acuerdo de paz y en las negociaciones con otros grupos armados como el ELN.
Impacto en los procesos de paz
Cuba ha jugado un papel clave en el contexto de los acuerdos de paz colombianos. Fue la sede de las negociaciones entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC, que culminaron con el acuerdo de 2016, y ha continuado brindando su apoyo como garante en los diálogos con el ELN durante varios gobiernos sucesivos. Analistas consideran que el regreso de Cuba a su posición de mediador neutro, sin la etiqueta de “patrocinador del terrorismo”, podría facilitar nuevos acercamientos entre las partes en conflicto.
No obstante, sectores de la oposición colombiana han criticado esta decisión de Estados Unidos, argumentando que podría enviar un mensaje equivocado a los grupos armados ilegales, validando sus actos violentos bajo la excusa de negociaciones de paz. Estas voces advierten sobre el peligro de otorgar legitimidad a actores internacionales que interactúan con actores armados no estatales.
Implicaciones internacionales e históricas
El retiro de Cuba de la lista también tiene repercusiones diplomáticas más amplias. La medida alivianaría las restricciones financieras y las sanciones económicas que enfrentaba la isla, posibilitando mayores intercambios comerciales y financieros con instituciones internacionales. Este cambio podría alentar un acercamiento entre Cuba y Estados Unidos, a pesar de las tensiones bilaterales persistentes.
La inclusión de Cuba en esta lista había complicado no solo las relaciones entre Washington y La Habana, sino también la cooperación en materia de seguridad entre ambas naciones. Representantes de la diplomacia regional esperan que este cambio permita avanzar en temas fundamentales como la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado.
Cuba responde al anuncio
El gobierno cubano, encabezado por Miguel Díaz-Canel, reaccionó al anuncio de manera reservada pero optimista. Funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores indicaron que este es un “reconocimiento a la dignidad y la resistencia del pueblo cubano frente a décadas de agresión”. Asimismo, destacaron que la isla continuará comprometida con la promoción de la paz en América Latina, agradeciendo el respaldo de países como Colombia en este logro diplomático.
A pesar de la noticia positiva, La Habana exhortó a Estados Unidos a avanzar hacia un levantamiento total del embargo y otras sanciones que considera injustas. Hasta el momento, no hay indicios claros de que la Casa Blanca esté considerando acciones adicionales en el corto plazo, aunque la eliminación de Cuba de la lista puede ser vista como un pequeño pero significativo paso en esa dirección.
Conclusiones de los expertos
Analistas internacionales han interpretado este movimiento como parte del interés de la administración de Joe Biden por redefinir su política hacia América Latina, promoviendo la diplomacia sobre la confrontación. Sin embargo, advierten que cualquier cambio en la relación entre Estados Unidos y Cuba estará condicionado por el panorama político interno en ambos países y las presiones de los sectores más conservadores en Washington.
Mientras tanto, en Colombia, se espera que esta decisión genere un impulso renovado en los esfuerzos de paz que lidera el gobierno de Petro, aunque enfrenta retos significativos como la consolidación del acuerdo firmado con las FARC y la búsqueda de un entendimiento con el ELN y otros actores armados.
La exclusión de Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo destaca como un acontecimiento clave que redefine equilibrios políticos en la región y podría tener implicaciones duraderas para las relaciones internacionales en América Latina.
Fuente: La Nación