Argentina enfrenta una crisis energética agravada por una ola de calor extremo. Apagones han sumido a Buenos Aires en el caos, con temperaturas que superan los 40 grados. La infraestructura energética es insuficiente, generando cortes de luz y problemas de movilidad. La ciudadanía clama por soluciones efectivas ante este escenario recurrente.“`html
Argentina bajo el calor extremo: crisis energética, apagones y un sistema colapsado
El calor no da tregua y el país siente los efectos de un sistema energético al borde del colapso. Luego del doble apagón que sumió en el caos a la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano, el calor extremo sigue golpeando, con una sensación térmica que ya superó los 40 grados. Mientras tanto, el Servicio Meteorológico Nacional mantiene niveles de alerta por las temperaturas sofocantes, afectando a seis provincias bajo advertencia roja y a varios distritos más con alertas de menor intensidad.
Mientras el termómetro sigue escalando, la infraestructura energética vuelve a ser el centro del debate. En plena jornada laboral, miles de ciudadanos enfrentaron cortes de luz que paralizaron subtes, semáforos y comercios en todo el AMBA. En Retiro, los trenes de la línea Mitre operaron con un servicio recortado por la falta de electricidad, afectando a miles de trabajadores que dependen del transporte público. Más allá de los discursos oficiales, el problema de fondo persiste: la insuficiencia del sistema para responder a picos de consumo en plena crisis climática.
El impacto del apagón fue visible en las calles. La postal del miércoles mostró una Buenos Aires caótica, con avenidas congestionadas, estaciones sin servicio y vendedores tratando de salvar el día con generadores portátiles. Aún este jueves, algunos semáforos permanecen fuera de funcionamiento, lo que obliga a agentes de tránsito a ordenar manualmente el flujo vehicular en puntos críticos de la ciudad. Según informes oficiales, al mediodía quedaban al menos 31 semáforos inoperantes, concentrados en la zona sur, norte y el microcentro.
Las consecuencias del calor no se limitan a la Ciudad. En provincias como Misiones, Corrientes, Formosa y el norte de Santa Fe, el termómetro sigue registrando temperaturas que ponen en riesgo la salud de la población. Con el ingreso de una ola de calor sostenida, el SMN recomienda medidas preventivas cruciales: mantenerse hidratado, evitar la exposición solar en horas pico y reducir la actividad física. Sin embargo, la pregunta de fondo sigue sin respuesta: ¿qué medidas reales se están tomando para evitar que este escenario se repita?
A pesar de la emergencia, la previsión climática anticipa un leve alivio para los próximos días. Se espera que el viernes las temperaturas se moderen, con una máxima de 32°, y que el fin de semana traiga lluvias que podrían generar cierto descenso térmico. Sin embargo, la estructura eléctrica del país sigue sin garantías de estabilidad. La combinación de calor extremo, demanda elevada y una matriz energética en tensión deja al país sin margen de error.
Desde los organismos oficiales se suceden las explicaciones técnicas, los informes de contingencia y los planes de estabilización. Pero la incertidumbre persiste. Cada ola de calor desencadena el mismo guion: cortes de luz, malestar social y excusas oficiales. Mientras tanto, en las calles, la gente ya no espera respuestas; simplemente intenta sobrevivir al próximo colapso.
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