El Senado se prepara para una votación clave sobre el proyecto Ficha Limpia, que busca impedir que personas condenadas por corrupción postulen a cargos electivos. Con apoyo mayoritario, su aprobación podría impactar en la carrera electoral, especialmente para Cristina Kirchner, al inhabilitarla formalmente para competir a nivel nacional.
El oficialismo apuesta al efecto Ficha Limpia: el Senado se prepara para una votación clave que podría impactar en la carrera electoral
El Gobierno nacional confía en que esta semana el Senado le pondrá punto final al debate legislativo sobre Ficha Limpia, el proyecto que busca impedir que personas condenadas por corrupción puedan postularse a cargos electivos. Con el aval de una mayoría que involucra a senadores libertarios, representantes del PRO y otros bloques provinciales, la votación sería inminente. Aunque el panorama parece favorable, el trasfondo revela una pulseada política donde el macrismo y La Libertad Avanza se disputan no solo una ley, sino capital político de cara a las elecciones en la Ciudad de Buenos Aires.
Impulsado inicialmente por Silvia Lospennato desde el bloque PRO, y reformulado por el ministro de Defensa Luis Petri, el proyecto llegó al Senado en un contexto dominado por la estrategia electoral y las tensiones internas de la coalición oficialista. La aprobación definitiva convertiría a la Ficha Limpia en una de las iniciativas más simbólicas del actual gobierno, colocándola como un mensaje directo hacia la dirigencia política y, especialmente, sobre sus adversarios más polarizantes: Cristina Kirchner podría quedar formalmente inhabilitada para competir a nivel nacional si se confirma su exclusión bajo los términos de la norma. La ex presidenta fue condenada en segunda instancia por corrupción en 2024, en el marco de la causa Vialidad, lo que activaría su eventual inhabilitación según los lineamientos de la ley.
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, confirmó que están los votos para avanzar con la normativa, especialmente luego de que senadores santacruceños —clave en todo lo que concierne a la figura de Kirchner— anunciaran su apoyo al proyecto. “Salvo que alguno falle de forma sorpresiva, estamos confiados. No hay dudas en el recinto sobre el respaldo a esta norma”, sostuvo en una entrevista con radio Mitre.
Sin embargo, los cálculos podrían alterarse en el último momento. Algunos dentro del universo libertario analizan la posibilidad de no dar quórum o introducir modificaciones de último momento. El objetivo no sería otro que evitar una victoria política directa del PRO justo antes de las elecciones porteñas, donde Lospennato lidera la boleta de su espacio enfrentando al candidato del oficialismo nacional, Manuel Adorni. El dilema político es claro: otorgar al PRO un triunfo legislativo que podría interpretarse como un respaldo a su campaña en la Ciudad o dilatar la definición para después del 18 de mayo, fecha clave en la compulsa por la Legislatura local.
Cualquier cambio en el proyecto obligaría a que la norma regrese a Diputados para su revisión, lo que implicaría una postergación en su aplicación. En los pasillos del Congreso se admite que “hasta el momento no hay novedades” sobre alteraciones en el texto, pero nadie descarta un movimiento quirúrgico de último minuto. Al interior de La Libertad Avanza, e incluso en sectores del radicalismo, se sabe que no hay coincidencia plena sobre cómo jugar esta carta sin entregarle el rédito al adversario interno.
En paralelo, la estrategia kirchnerista ya evalúa un territorio alternativo. La intención de Cristina Kirchner sería competir por una banca provincial en la legislatura bonaerense, escenario que queda fuera del alcance del actual proyecto nacional. Ante esto, la Coalición Cívica ya movió ficha y presentó una iniciativa para replicar Ficha Limpia a nivel provincial y municipal. Aún no ha prosperado en la Cámara baja, pero deja en claro que la pulseada no se agota en el Senado ni en la Capital.
El proyecto incorpora cambios sustanciales respecto a versiones anteriores. Entre ellos, se destaca la exclusión explícita de los candidatos condenados en segunda instancia durante un año electoral, novedad sumada por Petri y orientada directamente hacia la situación procesal de la ex mandataria. El diseño final de la legislación cierra así una posible grieta interpretativa que, en el pasado, había sido utilizada como arma de doble filo jurídica.
Detrás de esta ley late la lógica de la contienda. Quien conquiste el estandarte de Ficha Limpia entrará a la recta final con un símbolo de anticorrupción que cotiza alto entre los votantes. No es casual que actores como Lospennato, Petri y Francos estén tan involucrados: todos tienen mucho en juego, desde sus candidaturas hasta su lugar en el mapa del nuevo oficialismo en construcción.
La sesión de esta semana promete ser mucho más que un trámite legislativo: podría marcar un punto de inflexión en el realineamiento de fuerzas entre el PRO y La Libertad Avanza, y anticipar no únicamente el futuro político de Cristina Kirchner, sino el carácter moral simbólico que el Gobierno de Javier Milei desea imprimir en su narrativa institucional. La política, como siempre, baila entre el oportunismo y la convicción. Ficha Limpia será su prueba de fuego.