La comunidad educativa de Buenos Aires está en alerta tras el desmantelamiento del Programa Escuela Lectoras por la administración de Jorge Macri. Se reportan despidos masivos y recortes salariales del 50%. Docentes y sindicatos rechazan estas medidas, temiendo por el futuro de la educación y el acceso a la lectura.[Collection]“`html
Jorge Macri desmantela el programa Escuela Lectoras en Buenos Aires
La comunidad educativa porteña se encuentra en estado de alerta tras conocerse las recientes medidas implementadas por la administración de Jorge Macri, jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Según denunciaron trabajadores del sistema educativo, el Programa Escuela Lectoras, vigente desde hace más de 20 años y cuya finalidad es promover la lectura, la escritura y la oralidad en los colegios, está siendo seriamente afectado por despidos masivos y un recorte salarial que alcanza el 50% de sus trabajadores y coordinadores.
Denuncias de precarización y despidos
El Programa Escuela Lectoras, conocido por su impacto en la formación de estudiantes y la creación de espacios dedicados a incentivar el hábito lector en miles de alumnos porteños, enfrenta una crisis sin precedentes. Varios docentes del programa denunciaron la falta de continuidad en los contratos laborales y señalaron que al menos 20 empleados han sido desvinculados en las últimas semanas. A esto se suma un recorte salarial drástico, que en algunos casos llegó a reducir a la mitad los ingresos de los trabajadores que aún permanecen en sus puestos.
“Estos despidos no solo afectan la estabilidad laboral de los docentes, sino que también ponen en peligro a un proyecto educativo fundamental, que durante más de dos décadas garantizó el acceso de los estudiantes a la lectura y la escritura como herramientas de desarrollo personal y colectivo”, aseguró uno de los trabajadores afectados, que prefirió mantenerse en el anonimato ante el temor de represalias.
El impacto en las escuelas porteñas
El programa, que nació como una política pública educativa innovadora a comienzos de los años 2000, tenía como objetivo la promoción de prácticas lectoras en las escuelas públicas de la Ciudad de Buenos Aires. Las tareas incluían desde la organización de talleres hasta la realización de maratones de lectura, además de coordinar actividades conjuntas con autores, editoriales y actores culturales.
“Este espacio ha sido invaluable para nuestra escuela. La planificación y las actividades de la Escuela Lectoras han enriquecido nuestra propuesta pedagógica y fomentado entre los alumnos un genuino interés por la lectura”, comentó una directora de nivel primario, quien también manifestó su preocupación por el futuro del programa. Según cifras internas, durante 2022, más de 10.000 niños y niñas participaron de estas actividades educativas diseñadas para incentivar su creatividad y pensamiento crítico.
Reacciones de sindicatos y comunidades educativas
Las denuncias no tardaron en provocar reacciones en diversos sectores. El gremio docente de la Ciudad, la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), planteó su rechazo a los recortes y calificó las medidas como “un nuevo ataque del Gobierno porteño contra la educación pública y los derechos de los trabajadores de la educación”. En un comunicado difundido esta semana, el sindicato responsabilizó directamente a Jorge Macri y a su equipo por lo que consideran “el desmantelamiento progresivo” del sistema de educación pública.
“Es inaceptable que en vez de fortalecer programas que promuevan valores como la lectura, estén siendo destruidos. Esta política de ajuste no solo deja a los docentes sin sustento, sino también a nuestras infancias sin oportunidades”, afirmó Angélica Graciani, representante de UTE, durante una conferencia de prensa realizada en las puertas del Ministerio de Educación porteño.
La respuesta oficial y las críticas
Desde el Gobierno de la Ciudad y el Ministerio de Educación, hasta el momento no se han pronunciado oficialmente sobre las denuncias ni han explicitado los motivos detrás de los recortes económicos y laborales en el programa. Sin embargo, según trascendidos, las medidas forman parte de una serie de ajustes generales que la administración estaría implementando en distintas áreas con el objetivo de cumplir con las metas presupuestarias 2024.
Esto no logró apaciguar las críticas de docentes, familias y organizaciones sociales, quienes consideran que la decisión de ajustar en educación contradice el discurso oficial que promueve a Buenos Aires como una ciudad líder en innovación educativa. “Hablan de modernización y calidad educativa, pero eso no se logra destruyendo aquello que funciona. Escuela Lectoras era un ejemplo exitoso”, enfatizó Ricardo Ramírez, docente jubilado quien participó activamente en la creación del programa.
Las protestas continúan y se espera que en los próximos días se intensifiquen las movilizaciones en rechazo a los despidos y recortes. Entre las medidas planeadas, UTE convocó a una marcha frente a la Legislatura porteña para exigir que el Gobierno revea su postura y garantice la continuidad laboral de los trabajadores afectados.
Para leer más sobre esta noticia, visita la fuente original: Ricardo Gottay – Tiempo Argentino.
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