Jorge Macri y Patricia Bullrich protagonizan una disputa por la seguridad en Buenos Aires, enfocándose en la custodia de presos. Macri afirma que los detenidos deben estar en cárceles, mientras Bullrich presiona para que la Ciudad asuma responsabilidades. Este conflicto afecta la gestión y las futuras dinámicas dentro del PRO.
Jorge Macri y la pulseada con Patricia Bullrich por la seguridad en la Ciudad
La interna por la seguridad en la Ciudad de Buenos Aires sumó un nuevo capítulo con las declaraciones de Jorge Macri, quien respondió con firmeza a Patricia Bullrich. “Los presos deben estar en las cárceles, no en comisarías”, afirmó el jefe de Gobierno porteño, en un claro desafío a la ministra de Seguridad. Sus dichos exponen una disputa creciente entre Nación y Ciudad por el manejo de los detenidos y los recursos policiales en la Capital.
El conflicto estalló en medio de problemas de sobrepoblación en las comisarías porteñas, una situación que viene tensando la relación entre ambos referentes del PRO. Macri sostiene que la Policía de la Ciudad no puede seguir ocupándose de la custodia de presos cuando su rol debe estar en las calles. Desde el Ministerio de Seguridad, sin embargo, creen que la Ciudad debe asumir su parte del problema y garantizar espacios de detención adecuados. La discusión no es menor: define competencias, recursos y poder en la gestión de la seguridad.
Los antecedentes del enfrentamiento se remontan a diferencias previas entre Macri y Bullrich. Ya durante la gestión de Horacio Rodríguez Larreta, ambos protagonizaron tensiones sobre el control de la Policía de la Ciudad. Ahora, con Macri en el gobierno porteño y Bullrich manejando Seguridad a nivel nacional, la puja se reaviva con mayor intensidad, revelando diferencias de fondo en la manera en que cada uno concibe la política criminal.
El trasfondo del conflicto es económico y político. La Ciudad argumenta que el Gobierno nacional recortó recursos y la falta de inversión dejó un vacío en el sistema penitenciario. Desde la Casa Rosada contrarrestan con la idea de que la Ciudad, con sus ingresos propios y capacidad de gestión, debe asumir esa responsabilidad. Esta pelea no solo impacta en la administración diaria de la seguridad porteña, sino también en la interna del PRO, donde los liderazgos futuros están en disputa.
El problema de los presos en comisarías no es nuevo, pero en el contexto de una creciente preocupación por la inseguridad, gana peso como tema de agenda. Macri intenta desmarcarse de una problemática que afecta a su gestión y busca devolverle la responsabilidad a Nación. Bullrich, en cambio, presiona para que la Ciudad absorba parte del costo político. En el trasfondo, ambos refuerzan su posicionamiento para futuras disputas dentro del espacio opositor.
Las tensiones no se limitan a la seguridad. En el PRO se observa con atención esta pelea, que podría definir nuevas alianzas y confrontaciones de cara a los próximos años. Mientras Macri busca consolidarse como el líder porteño, Bullrich sigue apuntando a jugar un rol clave a nivel nacional, dentro y fuera del gobierno. La pregunta es hasta dónde esta disputa condicionará la relación entre la Ciudad y la Casa Rosada en un escenario donde la seguridad sigue siendo un tema central para todos.