En la Provincia de Buenos Aires se preparan nueve alianzas para las elecciones legislativas del 7 de septiembre, destacando la unión entre La Libertad Avanza y el PRO, el frente peronista Fuerza Patria y la coalición Somos Buenos Aires. La fragmentación política prevé un escenario competitivo y estratégico.
La guerra de las alianzas: 9 frentes competirán por el poder en la Provincia
Con el cierre del plazo electoral, la Provincia de Buenos Aires definió su tablero político para las elecciones legislativas del próximo 7 de septiembre. Nueve alianzas se anotaron para disputar más de 1.100 bancas locales, con configuraciones que revelan tensiones internas, estrategias de posicionamiento y acuerdos de último momento. En el centro de la escena, tres frentes concentran la atención por su volumen político: la alianza entre La Libertad Avanza y el PRO, el armado peronista Fuerza Patria y la coalición liderada por la Unión Cívica Radical bajo el sello Somos Buenos Aires.
Aunque el acuerdo entre el macrismo y el mileísmo estaba en el radar, sorprendió la velocidad con la que se oficializó en pleno feriado patrio. El acuerdo entre LLA y el PRO, denominado Alianza Libertad Avanza, se presenta como la apuesta fuerte del oficialismo nacional en la provincia. Detrás de su diseño están Karina Milei y Santiago Caputo, en tándem con Sebastián Pareja –el operador libertario–, acompañados por Cristian Ritondo, Diego Santilli y Guillermo Montenegro, del núcleo PRO más duro. El armado incluye más de veinte agrupaciones locales, un componente clave para asegurar representatividad en los 135 municipios.
Del otro lado del espectro, el peronismo selló su unidad en lo que muchos interpretan como un intento desesperado por sobrevivir ante el avance libertario. Bajo el nombre Fuerza Patria, el nuevo frente agrupa al grueso del PJ bonaerense, con Axel Kicillof como figura de peso, en una mesa compartida con Sergio Massa y Máximo Kirchner. El acuerdo, si bien esperado, no fue fácil: tres cumbres consecutivas y tensas consiguieron amalgamar a los distintos sectores y sellar una foto de unidad. Incluyen, además del PJ, a partidos aliados históricos como el Frente Grande, el Partido De La Victoria, el Frente Renovador y Kolina, más organizaciones progresistas como Patria Grande o Nuevo Encuentro. También sumaron agrupaciones vecinalistas con presencia en 25 distritos.
El radicalismo, históricamente golpeado en territorio bonaerense, abre el juego con una propuesta equidistante de los extremos, sellando su alianza bajo la etiqueta Somos Buenos Aires. Ese frente suma al GEN de Margarita Stolbizer, al socialismo, a la Coalición Cívica y a sectores peronistas no kirchneristas como los que lideran Fernando Grey o Julio Zamora. El discurso moderado y territorial —con fuerte presencia en las ocho secciones electorales— apunta a recoger votos desencantados del centro ideológico, clave en una elección fragmentada.
Pero no todo es polarización. Al cierre también se anotaron otras seis alianzas con menor peso, pero que operan como corredores de mensajes específicos. Así aparece una segunda vertiente libertaria, Avanza Libertad, encabezada por Carlos Kikuchi, un ex hombre de Milei que decidió desmarcarse. En el mismo espíritu se mueve la novel Alianza Nuevos Aires, con senadores como Fabián Luayza y Gustavo Cuervo: disidentes de la LLA, ahora se identifican como “libertarios blue”. Lucía Gómez, intendenta radical de Adolfo González Chaves, también se suma a este esquema bajo el padrinazgo político de Gustavo Posse.
Los espacios residuales también quieren disputar su porción. “Es con vos, es con nosotros”, el frente encabezado por el Partido Republicano Federal y la Unión Popular Federal, busca traccionar en el mundo del justicialismo conservador. Potencia, con una impronta técnica y liberal, emerge con figuras como María Eugenia Tallerico, ex titular de la UIF, quien rompió con el PRO tras el acuerdo con los libertarios. Representan una derecha no alineada, sin jefatura visible.
En paralelo, el progresismo hace su aparición tradicional con el Frente de Izquierda-Unidad, integrado por el PTS, el Partido Obrero, Izquierda Socialista y el MST, que apuesta a sostener sus bancas en zonas urbanas con voto joven y disconforme. Por otra vía, se presenta Espacio Abierto para el desarrollo y la integración social, una alianza vecinalista con foco en distritos del conurbano norte como San Isidro y San Martín.
El 19 de julio vence el plazo para presentar las listas definitivas y allí comenzará la verdadera batalla por el ordenamiento interno, especialmente en los armados peronistas y radicales donde subsisten disputas sin cerrar. La legislativa se muestra como el primer termómetro real de este año político y podría anticipar no solo equilibrios en la Provincia, sino las tensiones que atravesarán el escenario nacional de cara a octubre.