Horacio Rodríguez Larreta anunció su candidatura a legislador porteño fuera del PRO, intensificando las tensiones internas del partido. Su decisión, en medio de intentos del macrismo por convencerlo de formar una boleta común, refleja un intento de consolidarse políticamente, desafiando a Mauricio Macri y buscando atraer votantes descontentos.“`html
Horacio Rodríguez Larreta rompe con el PRO y lanza su candidatura porteña por fuera del partido
El ex jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, confirmó su candidatura a legislador porteño por fuera del PRO, en un movimiento que profundiza las tensiones dentro del partido fundado por Mauricio Macri. La decisión, anticipada por fuentes internas, llega en un contexto donde el macrismo analiza su expulsión y la de Patricia Bullrich por considerar que ambos ya operan en estructuras políticas distintas.
Larreta, quien marcó diferencias con la conducción partidaria en los últimos meses, anunció su postulación a través de redes sociales, asegurando que su vuelta a la política porteña responde al estado «crítico» de la Ciudad. “Voy a participar de las elecciones del 18 de mayo en la Ciudad de Buenos Aires. Porque Buenos Aires está mal y nadie te escucha. Porque está sucia, porque está triste”, expresó en su mensaje, apelando a un tono emotivo y testimonial que busca atraer a un electorado desencantado con la actual gestión de Jorge Macri.
Desde el PRO intentaron hasta el final persuadir a Larreta para que integrara una boleta común de cara a los comicios de este año o, al menos, en una estrategia conjunta para las legislativas nacionales de octubre. Sin embargo, el ex alcalde porteño optó por un camino autónomo, dejando en evidencia la fractura con Macri. Según fuentes cercanas, aún no ha definido si sumará aliados a su espacio o si competirá solo con el MAD, su nuevo sello político.
En las filas del macrismo ven con preocupación este movimiento porque podría erosionar la base electoral del partido en la Ciudad, beneficiando indirectamente a candidatos de otras fuerzas, como el peronista Leandro Santoro. Además, hay quienes aseguran que la jugada de Larreta tiene un objetivo aún mayor: consolidarse como un actor político con peso propio, lejos de la sombra macrista, y proyectar su carrera a un nuevo nivel.
El malestar en el PRO no se hizo esperar. Durante una reciente reunión, la cúpula macrista discutió la posibilidad de avanzar con el proceso de desafiliación de Larreta, argumentando que su candidatura externa es una ruptura con las reglas del partido. “No es que los echamos y se van, hay procesos de por medio por cumplir”, afirmó un dirigente cercano a la mesa chica del macrismo, dando a entender que tanto Larreta como Bullrich están en la mira.
Detrás de esta disputa de nombres y estrategias hay una batalla más profunda: el reacomodamiento de la centroderecha en un escenario en el que el liderazgo de Macri ya no es indiscutible. Larreta, quien supo ser su protegido y arquitecto del modelo de gestión PRO en la Ciudad, hoy se convierte en un rival incómodo. No solo desafía la estructura partidaria desde dentro, sino que lo hace con una base de apoyo que, según sus allegados, podría alcanzar un 10% del electorado porteño.
En los próximos días, la interna del PRO seguirá acumulando tensión. El avance de Larreta fuera del partido y la eventual reacción del macrismo marcarán un punto clave en la batalla por el control de la Ciudad y en las definiciones de poder dentro de una fuerza que, aunque sigue siendo dominante en Buenos Aires, debe lidiar con sus propias fracturas internas.
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