El almuerzo del Día del Periodista en la Casa Rosada, encabezado por Javier Milei, fue marcado por la ausencia de la vicepresidenta Victoria Villarruel y un servicio de buffet autoservicio. Este cambio de protocolo sugiere tensiones entre Villarruel y el Ejecutivo, reflejando un nuevo enfoque en la interacción gubernamental.
Un encuentro con ausencias y protocolos estrictos
El almuerzo del Día del Periodista, organizado en el Salón Eva Perón de la Casa Rosada, se desarrolló bajo un particular esquema definido por la Presidencia. La reunión contó con la presencia del presidente Javier Milei y algunos de sus funcionarios más cercanos. Sin embargo, una de las presencias que brilló por su ausencia fue la de la vicepresidenta Victoria Villarruel, quien no fue convocada por orden de Presidencia.
El evento, que tradicionalmente cuenta con la participación de destacadas figuras del Gobierno, tomó un formato inusual en esta edición. En una disposición particular, no se contó con el servicio de mozos y en su lugar se implementó un sistema de buffet autoservicio, algo que llamó la atención de los presentes. Esta medida se interpretó como un cambio en el protocolo habitual de la Casa Rosada.
Si bien en estos encuentros la presencia de la máxima autoridad del Senado suele ser una constante, fuentes oficiales indicaron que en esta ocasión no se extendió la invitación a Villarruel. La relación entre la vicepresidenta y el Ejecutivo ha mostrado signos de tensión en distintas instancias a lo largo de la gestión, algo que podría haber influido en la decisión.
Un almuerzo distinto en la Casa Rosada
La dinámica del almuerzo sorprendió a los asistentes, en parte por el formato autoservicio y también por la atmósfera del evento. Fuentes cercanas indicaron que la decisión de prescindir de mozos formó parte de una estrategia para evitar intermediaciones y agilizar el desarrollo de la reunión. Esto también formaría parte del enfoque de austeridad que el Gobierno ha manifestado desde la asunción de Milei.
Los periodistas invitados pudieron retirar su comida directamente desde el sector dispuesto para el buffet, algo que no es usual en eventos oficiales de este tipo. En términos protocolares, este modelo de servicio se aleja de las formalidades que suelen caracterizar a los almuerzos organizados en la Casa de Gobierno.
En cuanto a la convocatoria, el evento reunió a un grupo de periodistas seleccionados por la Presidencia, quienes tuvieron la oportunidad de dialogar con el mandatario y algunos de sus colaboradores. La ausencia de Villarruel no pasó desapercibida y generó interrogantes sobre el manejo interno de la relación entre la Casa Rosada y el Senado.
Las tensiones en la relación entre Villarruel y la Casa Rosada
La omisión de la vicepresidenta en la lista de invitados alimentó las especulaciones sobre el vínculo entre Villarruel y el Ejecutivo. Si bien desde el Gobierno no se brindaron explicaciones oficiales, diversas fuentes indicaron que la decisión de no incluirla responde a tensiones que vienen gestándose en meses recientes.
Villarruel ha mantenido posturas diferenciadas en ciertos temas clave, lo que ha generado fricciones con la gestión de Milei. En reiteradas oportunidades, la vicepresidenta ha manifestado su propia visión sobre políticas y estrategias del Gobierno, y su distancia en algunos asuntos se ha evidenciado en el trato entre ambas partes.
El hecho de que la reunión haya sido organizada exclusivamente por Presidencia sin dar lugar a la participación del Senado refuerza la idea de una segmentación en la estructura gubernamental. La decisión de excluir a la vicepresidenta, sumada al formato inusual del almuerzo, dejó entrever una clara diferenciación en el manejo de los encuentros oficiales.