El Índice de Ventas Minoristas de CAME marcó una suba acumulada del 11% en lo que va del año, pero las pymes denuncian caídas en el consumo real, rentabilidad menguante y expectativas de inversión estancadas.
En medio de un escenario económico aún incierto, el comercio minorista pyme argentino atraviesa una etapa de tensiones cruzadas. Según el último informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las ventas a precios constantes cayeron un 2,9% en mayo respecto al mismo mes de 2024. También retrocedieron un 0,7% en la comparación mensual desestacionalizada.
A pesar de esto, el acumulado de 2025 marca una suba del 11%. Un dato que, lejos de expresar un repunte sólido, parece responder al rebote tras el desplome del consumo vivido el año anterior. En palabras de un comerciante del conurbano bonaerense, “las estadísticas pueden mostrar una curva ascendente, pero en la calle seguimos vendiendo menos”.
El análisis por rubros evidencia que solo dos sectores –perfumería y farmacia– mostraron mejoras interanuales. El resto, desde alimentos hasta calzado, sufrió retracciones preocupantes. El rubro alimentario cayó un 7,6%, reflejo del fuerte impacto del encarecimiento de productos básicos y la pérdida del poder adquisitivo de los hogares.
El informe también destaca un consumo “más medido, concentrado en lo esencial”, con menor circulación en los centros comerciales y una fuerte competencia del canal online e informal. En paralelo, el 55,9% de los empresarios considera que no es momento para invertir, aunque el 49,2% mantiene la esperanza de que su situación económica mejore en un año.
Entre las preocupaciones que surgen de las voces de los comerciantes entrevistados, se repiten algunos puntos clave: falta de acceso al crédito, aumento de los costos fijos, presión impositiva, caída del consumo y estrategias de supervivencia centradas en promociones digitales o liquidaciones anticipadas.
El comercio pyme argentino sigue siendo un termómetro social. Hoy marca una temperatura que, si bien ya no es la fiebre de la crisis más aguda, sigue lejos de una convalecencia estable. Como muchos sectores del país, camina con esperanza, pero a paso cansado.
Análisis del Informe CAME – Mayo 2025
El informe muestra una fotografía clara del escenario comercial pyme argentino: caída del consumo en términos interanuales y mensuales, con un crecimiento acumulado que responde más a la baja base de comparación de 2024 que a un verdadero repunte sostenido.
Datos generales
- Caída interanual del 2,9%.
- Caída intermensual desestacionalizada del 0,7%.
- Suba acumulada anual del 11%, en comparación con el mismo período de 2024.
Este crecimiento acumulado contrasta con el clima general de incertidumbre, baja rentabilidad y consumo retraído, lo cual indica un efecto de “rebote estadístico” tras la crisis del año anterior.
Expectativas e inversión
- El 49,2% de los encuestados espera una mejora económica a un año.
- Pero un 55,9% considera que no es buen momento para invertir, revelando una disonancia entre esperanza y cautela realista.
Rubro por rubro
Los sectores muestran disparidades marcadas:
- Alimentos y bebidas: caída interanual del 7,6%. Alta sensibilidad a la inflación de productos básicos y caída del poder adquisitivo.
- Perfumería y farmacia: únicos sectores con mejoras interanuales (5,2% y 1,5%). Se benefician de ser rubros parcialmente esenciales o ligados a estrategias digitales.
- Calzado, indumentaria, ferretería: caídas interanuales relevantes. Preocupación por la competencia informal, el e-commerce y la falta de crédito.
Tendencias clave
- El consumo se concentra en lo esencial, con menos circulación en centros comerciales.
- La digitalización avanza como herramienta de resistencia.
- La competencia informal y extranjera (especialmente en indumentaria) agrava el panorama.
- La rentabilidad está erosionada por aumentos de costos, escaso acceso al financiamiento y una demanda débil.